Hace un par de semanas se puso en contacto conmigo un chico, Nacho quería que le hiciese un amigurumi personalizado para regalarlo por cumpleaños a un amigo. Como siempre hablamos del diseño, de lo que tenía en mente y de si era factible, enseguida lo visualizamos, se trataba del adorable gatito de los emoticonos del facebook llamado Pusheen (-lo reconoceremos porque es de lo más cute que nos podemos encontrar en el planeta-)
Me puse manos a la obra enseguida y poco a poco fue naciendo este simpático gatito que goza comiéndose una cookie super rica.
En la mitad del proceso de este pequeño recibí un nuevo mensaje, esta vez de Aaron que también quería un amigurumi personalizado ¿Adivináis para que? Para regalárselo a un amigo suyo por su cumpleaños.
Aaron quería una cámara estilo reflex, mas concretamente un modelo de Nikon extremadamente chulo para su amigo. La sorpresa vino cuando me comentó que su amigo Nacho le encantaba la fotografía y quería que su regalo fuese especial.
Exacto, como lo leéis, ese Nacho era el mismo Nacho que me había pedido un Gato para su amigo y en menos de lo que Falete acaba con las existencias de un bufet libre me vi envuelto en un maravilloso engaño donde la sorpresa final iba a ser apabullante.
Según iba tejiendo la cámara reflex me iba imaginando como sería el momento en el que los dos amigos se diesen los regalos y el creador de los mismo fuese la misma persona en la que habían confiado para elaborarlos.
Cuando ya tenía listos ambos regalos me dirigí a correos para enviarlos, ansiando ese momento mágico de la apertura de los mismos.
He de decir que les comenté a ambos que el día que se diesen los regalos me avisasen de que le había parecido al otro sin que ninguno supiese que iban a ser sorprendidos por otro amigurumi.
Al fin llegó el día, recibí dos mensajes simultaneos de Aaron y Nacho portando sus nuevos amigurumis a los que darán todo el cariño y amor posible. Victimas de un engaño genial que acabó en sorpresa total.
Fue muy gracioso leer los comentarios de ambos, de como habían sido victimas del engaño y como no se habían percatado ninguno de como el otro iba a darle esa sorpresa.
Ahora ambos estan super felices con sus peluches y yo lleno de gozo y satisfacción al ver sus caras de sorpresa tras esta grandiosa casualidad.
Por cosas así merece la pena seguir cogiendo la aguja de crochet y darle duro a la lana!!
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