Mi mesa de trabajo es un desastre, ¿a que todos de nosotros nos hemos sentido identificados mas de una vez con esta frase? Y es que parece ser que nuestro pequeño espacio de trabajo posee una magia estupenda que hace que nunca esté bien por mucho que la ordenemos un par de veces al mes (-vale a lo mejor me he pasado con la frecuencia-)
Mi pequeño espacio craft posee un iman especial que hace que todo se alborote solo y vale que yo no ayudo demasiado y que siempre lo tengo abarrotado con proyectos por acabar, pero prometo que no es mi culpa.
Así luce actualmente, con un amigurumi enorme a falta de un par de detalles, miles de lanas ocupandolo todo y utensilios varios para llevar los amigurumis a cabo.
Si os preguntais que tengo entre manos solo puedo deciros que es macro amigurumi con unas orejas super-mega-hiper largas y la mar de achuchable. Presentación oficial en próximas entradas, lo prometo!
Otro de los amigurumis que moran en mi mesa es este conejo con una cara extremadamente graciosa.
Este pobre está a la espera de una camiseta que le arropen un poco en esta época de tanto frio, juro que pronto taparé sus vergüenzas y si no le doy la libertad total para que me pegue un bocado con esos dientes!
¿Ordenaré mi espacio? ¿Cuanto tiempo pasará hasta que este mi mesa este plenamente colocada? Realmente no lo se aún, únicamente me dedicaré a terminar a estos pequeños (-y no tanto-) para que estén a tiempo para sus próximos dueños.
Nos leemos muy pronto, por el momento nos leemos por los comentarios, espero que me contéis que os parecen estos nuevos amigurumis y que me digáis si os pasa como a mi con la mesa de trabajo.
¡HASTA PRONTO!