Desde hace algún tiempo había visto los cierres metálicos en algunas tiendas de manualidades, desde entonces no paraba de pensar en que quería probar, quería hacer un monedero de ganchillo. Mis ansias de hacer un monedero aumentaban más y más, lo que no llegaba a mi mente serían los múltiples problemas que se me presentaron por delante. Mis dudas a cerca de como realizar un monedero aumentaba tanto como los programas basura en la televisión, pero ni corto ni perezoso me puse manos a la obra.
WRONG! error! Pensé que tendría que hacer dos círculos y luego unirlos para realizar la forma del monedero, me equivocaba. Caí en la cuenta de que tenía que tejerlo en espiral como los amigurumis, de nuevo caí en error. Aunque hacía la base lo suficientemente grande no me coincidía con la boquilla abierta por lo que tuve que deshacer de nuevo todo y volver a comenzar desde el principio.
Al final encontré el truco: Lo que hay que hacer es hacer la base del monedero y ampliar hasta cubrir la boquilla del mismo abierta por completo y luego hacerlo del fondo deseado.
Con un hilo de algodón de color rosa realicé la base del monedero y en el borde superior realicé una especie de cenefa de flores con verde oscuro y un blanco jaspeado con diferentes tonos de azules y rosas. He de decir que para realizar la cenefa me inspiré en el monedero de Deestraperlo (-ojalá haber encontrado este patrón antes-) adaptandolo un poco a mi necesidad y variando minimamente los puntos.
Al finalizar con el ganchillo y tener la base del mismo terminada me puse manos a la obra para hacer el forro de dentro. Escogí una tela divertida, que mantuviese el mismo espíritu divertido y que los colores vayan al compás de este monedero tan colorido.
Para llevar a cabo el forro tan solo hay que pasar a la tela la forma del monedero, coser las piezas entre si y meterlo dentro de la base de ganchillo para comenzar a unirlo al mecanismo de cierre metálico.
El ultimo paso que nos queda es coser todo a la pieza metálica, como esta viene perforada ya es muy sencillo hacerlo realizando la técnica de bordado del punto atrás. Tan solo tenemos que escoger un hilo a nuestro gusto, puede ser del mismo tono o que haga contraste (-en mi caso elegí un blanco para que hiciese contraste y sirviese de decoración a la par-) y ponernos a coser procurando que la costura quede lo más escondida que nos sea posible.
Para finalizar podemos colocar algún charm, cuenta o decoración para que este listo para ser usado. A partir de ahora ya está listo para ser lucido y presumir de el.
Espero que os haya gustado y que si veis este tipo de cierres os animéis a llevarlo a cabo porque ha sido una experiencia muy divertida con tanta prueba y error. También espero que mi experiencia os sirva para llevar a cabo los vuestros .
Mientras que lo llevaba a cabo me venían a cabo millones de proyectos que quiero realizar para este invierno, porque no todo son amigurumis, me apetece muchísimo empezar a tejerme bufandas, cuellos, gorros y ropa bien abrigada que me aleje del frío y es que cada vez valoro mas esas prendas llevadas a cabo con materiales naturales.
Vosotros pensareis que como soy capaz de pensar en el invierno con el calor que hace y es que no hay mejor manera que escapar de este calor que nos cae que pensando en cosas fresquitas. Invierno ven ya que quiero cosas molonas!
Pasad una genial semana y que no os falte la creatividad... Nos leemos muy pronto,